¿Por qué estamos aquí? Todo empezó cuando nuestro abuelo Don Julián Domínguez Cejudo, nacido en Nerva en 1903, decide aventurarse en el nuevo mundo (Estados Unidos) afincándose en Detroit (Michigan, EEUU) allá por 1920, donde vivió el boom de la industria automovilística, la crisis del 29 y el levantamiento de la ley seca, gracias a su trabajo visitaba clientes hosteleros y allí comenzó a descubrir el reciente y novedoso negocio de las primeras máquinas Pinball.
A la vuelta a su pueblo natal, emprende un próspero negocio de panadería y a su primogénito, José Domínguez Mora, le narra sus vivencias en América. Tienen que pasar 20 años para que nuestro padre (Don José Domínguez Mora) durante el servicio militar, reconociera aquellas máquinas de Pinball de las que su padre le había hablado, sintiéndose desde entonces muy atraído por ese negocio.
Ya, más tarde, en 1972 y con su espíritu emprendedor en busca siempre de la novedad tiene la oportunidad de abrir su primer Salón Recreativo en La Avenida de la Trinidad (San Cristóbal de La Laguna, Tenerife) gracias a la colaboración de un conocido operador, Don José Pineda Paz (Recreativos Pineda), que un buen día decidió retirar todas sus máquinas cuando nuestro padre instaló el primer Pinball que consiguió importar gracias a la ayuda de su tío que aún vivía en Chicago.
Cuando el señor Pineda vuelve a instalar sus máquinas en aquel Salón poco a poco el negocio va creciendo y pasando por todas las etapas del Recreativo en Canarias, pasando desde una sociedad con el conocido Jaime Sanahuja con la que se incorporan los primeros NEW PARK en Tenerife hasta la fabricación propia de máquinas de Bingo-Pinball, los modelos Canarias, Orotava las cataratas Cash Roulette y un largo etc.
Hoy llevamos 45 años en sector del juego recreativo y continuamos con la ilusión que nuestro padre siempre nos contagió.
